martes, 9 de febrero de 2010








cortijo jurado esta situado a las afueras de malaga




Las victimas las sacaban por un túnel que comunica la casa con el río, y las dejabanallí tiradas. Por todo eso, está el edificio lleno de fantasmas que claman justicia, y como nadie les hace caso pues llegan a ponerse en la ventana que está frente a la autovía y empieza a hacer señales para que la gente sepa que están allí.”







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La historia de los Heredia y los Larios

Ciertamente, como comenté más arriba, las dos familias eran oriundas de la Rioja, los Larios de Laguna de Cameros y los Heredia de Rabanera de Cameros, ambos pueblos de la misma comarca, aunque esto no sea sinónimo de obligada amistad.



En el caso de los Larios, D. Pablo Larios, padre de Martin Larios (I Marqués de Larios), se establecería en Málaga tras quedar viudo en los comienzos del siglo XIX, donde comenzaría sus florecientes negocios con exportaciones a través de Gibraltar y mucho más tarde con las bodegas y otras sociedades financieras. Martin, que se supone protagonista de esta historia junto a Manuel Agustín Heredia, no se establecería en Málaga hasta 1831, contando con 30 años, tras la muerte de su hermano Manuel Domingo. Hasta entonces vivía en Cádiz o Gibraltar, controlando allí in situ los negocios familiares. En este punto, tras conseguir el Marquesado y tras los enormes beneficios comerciales que le aportó la guerra contra Napoleón, los Larios se convierten en una de las familias más notables de la ciudad.

Familias Larios Y Heredia

Manuel Agustín Heredia, llega a Velez Málaga con quince años, en 1801 (Año en el que nació Martín Larios) y ya huérfano, en busca del progreso y del futuro que no puede conseguir en su provincia natal. Con empeño y tesón consigue empleo en una tienda de ultramarinos que no funcionaba demasiado bien y que a base de mucho trabajo consigue enderezar en no demasiado tiempo. Pasados unos años, y con Málaga tomada por los franceses, Heredia se introduce en el floreciente mundo del contrabando a través de Gibraltar. Sus idas y venidas de Málaga a Gibraltar son continuas y es más que posible que en esta época conociese e hiciera gran amistad con Martín Larios, que se encontraba también en Gibraltar y que posiblemente también tuviese bastante que ver con el comercio sumergido.



nota

El Cortijo fue vendido en las primeras décadas del siglo XX por los Heredia a los Larios. Más tarde estos lo revenderían a terceros. A finales de los 80 el cortijo fue comprado por los Jurado, de donde tomó el nombre. En el año 2000, el cortijo es vendido a una empresa hotelera que tiene la intención de remodelarlo completamente y construir allí un complejo turístico, desde entonces, el proyecto está congelado y el cortijo está totalmente abandonado.



historia

En las afueras del pueblo de Campanillas, en Málaga, se ubica Cortijo Jurado, un cortijo que fue construido a finales del siglo XIX por encargo de Manuel Agustín Heredia, cabeza de familia de uno de los clanes burgueses más poderosos de Andalucía. La mansión, de estilo gótico anglosajón, mantiene una estructura cerrada en torno a un patio central con puertas hacia la casa, la capilla y los establos. Se trataba de una antigua villa residencial y finca de explotación agrícola, pero en la actualidad Cortijo Jurado se ha convertido en un montón de escombros sobre los que se iba a edificar un hotel, decir que lo del hotel lo llevo escuchando desde el año 2001. La ultima vez que estuve por allí en el año 2005 todo seguía igual. En 2003, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, puso la primera piedra de las obras, que deberían haber terminado en 2005. Sin embargo, las dificultades financieras, que incluyen el embargo del cortijo Jurado por impago de deudas, tienen paralizadas las obras.



La leyenda de Cortijo Jurado cuenta que decenas de jóvenes pudieron haber sido víctimas de brutales rituales y torturas en los sótanos de la mansión, para diversión de sus inquilinos, señores que podían sobornar a placer para escapar de la justicia. Casos de desapariciones de muchachas que más tarde serían usadas en tétricos rituales sexuales satánicos traídos desde Francia e Inglaterra, siendo enterradas a grandes profundidades en el propio terreno del cortijo. Quizá por eso, la leyenda negra y los fenómenos extraños se manifiestan de forma frecuente.



El misterio comienza desde su construcción, de la que no hay fecha exacta, ni datos al respecto, aunque se piensa que pudo ser construida en 1850, la cual permaneció durante mas de sesenta años a la familia Heredia, quien debido a la bancarrota, se ve obligado a vender a los marqueses de Larios.



Los archivos policiales de la época no mienten: entre 1890 y 1920 aparecieron torturados los cuerpos de cinco jóvenes en los alrededores de la finca. Nadie fue encarcelado por los horribles crímenes. Parece ser que el soborno calló las bocas de quienes tenían mucho que decir, y que el tiempo condenó al olvido la desgracia de muchas familias malagueñas. Sin embargo, Cortijo Jurado comenzó a hablar: apariciones fantasmagóricas, gritos aterradores, golpes y luces inexplicables… ¿Reclaman las asesinadas justicia desde el Más Allá?



Desde que los medios de comunicación se hicieran eco de la leyenda de Cortijo Jurado, varios especialistas en parapsicología (curiosos, investigadores, médiums, etc.) se han acercado hasta la antigua mansión de los Heredia. Muchos testigos aseguran haber visto figuras fantasmagóricas de niñas que vagan por las habitaciones. En las fotografías es frecuente que se reflejen extraño efectos lumínicos. Varias psicofonías obtenidas en el cortijo captaron desgarradores gritos infantiles y ruidos de latigazos.







Se mantiene la firme convicción de la existencia de una larga gruta subterránea que partiría del interior de Cortijo Jurado, para adentrarse finalmente en la vecina finca Colmenares, hoy día sede social de un campo de golf. Aquellas chicas muertas serían trasladadas por este angosto sendero bajo tierra, alejándose así de un lugar tan vistoso como es Jurado, para deshacerse de ellas en la otra casona, perdida entre la espesura de árboles y matojos.



Primera parte



Segunda parte



Un anciano vecino, trabajador del cortijo en esos tiempos, cuenta que los dueños les prohibían tajantemente bajar al “otro sótano”.





Empiezan las sospechas y acusaciones contra los dueños del Cortijo pero son acalladas a base de sobornos en efectivo: el dinero ya se sabe.Empiezan a filtrarse comentarios de los trabajadores que viven en el mismo cortijo, algunos, mirando a través del ojo de una cerradura y viendo nauseabundos espectáculos, otros, oyendo en mitad de la noche gritos desgarradores, extraños “movimientos” en el interior etc., y todo eso a lo largo de días, meses y años.